Gary Sheffield merece ingresar al Salón de la Fama
El pasado mes de enero la elección de Larry Walker al Salón de la Fama resultó algo controversial para algunos seguidores de Andrés Galarraga, pues aseveran que si el canadiense ingresó era justo que en su momento también lo hiciera el Gran Gato.
Esta entronización en particular rememoró mi interés sobre el caso de otro pelotero que, a mi parecer, reúne los méritos suficientes para ser parte del templo de los inmortales; se trata de Gary Sheffield.
A través de su trayectoria y luego de culminarla, Sheffield tuvo cosas en común con otro integrante de Cooperstown, Mike Piazza, y estas van más allá del hecho de que ambos fueron la pieza angular de un intercambio de jugadores realizado entre Dodgers de los Ángeles y Marlins de Florida en 1998.
Tras finalizar su transitar en el mejor béisbol del mundo, entre los principales reconocimientos que enaltecen la trayectoria de Piazza se enumeran los 10 premios Bate de Plata obtenidos, el galardón como Novato del Año de la Liga Nacional en 1993, y las 12 participaciones en el Juego de Estrellas, siendo el MVP de la edición de 1996 realizada en el Veterans Stadium de Filadelfia.
Sheffield por su parte, dueño de unas portentosas muñecas que le permitían combinar una extraordinaria velocidad para mover el bat y chocar la esférica con estruendosa potencia, fue reconocido con cinco Bates de Plata, ganó un título de bateo en el Viejo Circuito en 1992, fue Jugador del Año de Sporting News en 1992, y sumó nueve convocatorias al choque de astros.
Igualmente, a favor de Sheffield está el hecho de que arribó más rápido que Piazza a las Ligas Mayores.
Al debutar en la Gran Carpa Gary Sheffield contaba con 19 años y 290 días de edad; mientras que Mike Piazza al lograr su graduación lo hizo a los 23 años y 363 días.
Por supuesto tampoco podemos desligarnos de la realidad en la dinámica del béisbol y desmeritar a Piazza, pues a pesar de que no brilló como receptor, pudo mantenerse casi 16 años en el más alto nivel desempeñando funciones en la posición más exigente de esta disciplina.
Tras finalizar su transitar en el mejor béisbol del mundo, entre los principales reconocimientos que enaltecen la trayectoria de Piazza se enumeran los 10 premios Bate de Plata obtenidos, el galardón como Novato del Año de la Liga Nacional en 1993, y las 12 participaciones en el Juego de Estrellas, siendo el MVP de la edición de 1996 realizada en el Veterans Stadium de Filadelfia.
Sheffield por su parte, dueño de unas portentosas muñecas que le permitían combinar una extraordinaria velocidad para mover el bat y chocar la esférica con estruendosa potencia, fue reconocido con cinco Bates de Plata, ganó un título de bateo en el Viejo Circuito en 1992, fue Jugador del Año de Sporting News en 1992, y sumó nueve convocatorias al choque de astros.
Igualmente, a favor de Sheffield está el hecho de que arribó más rápido que Piazza a las Ligas Mayores.
Al debutar en la Gran Carpa Gary Sheffield contaba con 19 años y 290 días de edad; mientras que Mike Piazza al lograr su graduación lo hizo a los 23 años y 363 días.
Por supuesto tampoco podemos desligarnos de la realidad en la dinámica del béisbol y desmeritar a Piazza, pues a pesar de que no brilló como receptor, pudo mantenerse casi 16 años en el más alto nivel desempeñando funciones en la posición más exigente de esta disciplina.
Más argumentos
En la actualidad, muchos periodistas encargados de elegir a los inmortales de la MLB dan mucha importancia a las estadísticas preponderantes de la era sabermétrica.
Al comparar los números sabermétricos más los tradicionales de estos expeloteros, podemos encontrar muchas similitudes que refuerzan el argumento de que Sheffield igualmente debe ser entronizado.
Tengamos presente que los números ofensivos son el argumento que sustenta la presencia en Cooperstown del antiguo receptor de Dodgers y Marlins, Mets, Padres y Atléticos.
Ahora, escudriñemos en los números de Sheffield en comparativa a Piazza y veremos que los suyos fueron superiores en 10 apartados estadísticos
Ahora, escudriñemos en los números de Sheffield en comparativa a Piazza y veremos que los suyos fueron superiores en 10 apartados estadísticos
Si esto se tiene en cuenta, en lo más mínimo es descabellado aseverar que Gary Sheffield igualmente debe ser reconocido; en su contra está el hecho de que durante su trayectoria pudo haber cultivado mejores relaciones con la prensa, y ahora pareciese que eso está pesando en su candidatura.
Las comparaciones tanto en la vida, como en el béisbol, pueden resultar un arma de doble filo si no se tiene, si no se realizan con el adecuado tratamiento.
Otras veces resultan necesarias para poder tener una dimensión, una perspectiva más amplia en análisis como este, que buscan extender el reconocimiento hacia algunos exjugadores que merecen la exaltación de sus trayectorias a la cúspide más difícil de alcanzar en el mundo de los Bates, Guantes y Pelotas.
Otras veces resultan necesarias para poder tener una dimensión, una perspectiva más amplia en análisis como este, que buscan extender el reconocimiento hacia algunos exjugadores que merecen la exaltación de sus trayectorias a la cúspide más difícil de alcanzar en el mundo de los Bates, Guantes y Pelotas.
Did you realize there's a 12 word sentence you can say to your partner... that will induce intense emotions of love and instinctual attractiveness for you buried inside his heart?
ResponderBorrarBecause hidden in these 12 words is a "secret signal" that fuels a man's instinct to love, cherish and look after you with his entire heart...
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