Carlos Carrasco: El guerrero más valiente de la pelota

Sin apegarnos en lo más mínimo a los sentimientos nacionalistas (esto para que no se nos malentienda), sin tapujo decimos que Carlos Carrasco es el jugador más admirable de la pelota de Grandes Ligas.

Y eso lo decimos, mejor dicho lo ratificamos, tras ver su gran presentación del pasado domingo ante los Tigres de Detroit, disminuidos a indefensos felinos que apenas le pudieron conectar un inatrapable durante siete actos con siete ponches recetados por el Cookie venezolano.


Para explicar en un contexto más amplio nuestra admiración por Carrasco, primero demos un repaso puntual por su trayectoria.


Desde el inicio, este serpentinero nacido en Barquisimeto ha contado con un gran talento para destacar en el montículo, no obstante estas aptitudes han sido garantías automáticas de éxito para él.


Diversas han sido las dificultades atravesadas durante su carrera profesional (incluyendo sus primeros pasos como prospecto A-1 de los Filis de Filadelfia), en especial al poco tiempo de haber pasado a la organización de los Indios de Cleveland, elenco al que arribó envuelto con un aura de altas expectativas.




Por su ficha, la tribu cedió a quien en ese momento era junto a Johan Santana, el mejor abridor zurdo de las Mayores: Cliff Lee, ganador del premio Cy Young 2008 en el Joven Circuito; de esa transacción realizada el 29 de julio de 2009, Carrasco no solo es el único que se mantiene con los Indios, es el único que sigue activo en el máximo nivel de la pelota.


Con Cleveland se graduó de bigleaguer en ese mismo 2009 y esa primera experiencia tuvo varios sin sabores, al no poder lograr un lauro (0-4) además de una abultada efectividad de 8.87.


En 2010 el criollo dio muestras de mejorías con marca de 2-2, 3.83 de efectividad, 1.1 jonrones permitidos por cada nueve entradas y solo tres wild pitchs en 124.1 tramos lanzados.


Sin embargo, esta línea de ascenso se vio abruptamente interrumpida por un 2011 marcado por una seria lesión que requirió la cirugía Tommy John, inflando a 4.62 su efectividad; debido a la operación obligada fue la pausa de 2012 y para 2013, naturalmente existieron algunas dudas sobre cómo sería su transitar de ahí en adelante.


Ese año, nada bien pintaron las cosas para el larense, que vio como los oponentes abultaron su promedio en el montículo a 6.75, con récord de 1-4 mientras su whip se disparó a un indeseable 1.75, el más alto hasta ahora para él.


Pero desde ese punto, la curva de rendimiento pasó de descendente ascendente, y entre 2014 y 2018, Carrasco no solo se estableció como uno de los serpentineros más confiables y definitorios para Cleveland, sino también para el Joven Circuito y las Grandes Ligas en general.


En ese período el venezolano acumuló marca de 74-50 con 3.44 de efectividad, 1059 abanicados en 936 entradas, 211 boletos otorgados, 34 wild pitchs, 1 solo balk cometido, 1 jonrón recibido por cada 9 capítulos, apenas 2 bases por bolas por cada 9 tramos, 10.2 ponches en 9 innings y un excelente whip de 1.11.


Sin dudas números de un lanzador de categoría, si se quiere no debidamente reconocida si tomamos en cuenta que no fue convocado a Juego de Estrellas alguno.


Todas estas destacadas estadísticas se elevan a un estatus superlativo si tenemos en cuenta que durante este período, para el Cookie las lesiones, molestias físicas y percances fueron una incómoda constante.


Pelotazo recibido el 14 de abril de 2015



Lesión sufrida el 24 de abril de 2016


Pelotazo recibido el 17 de septiembre de 2016


La prueba de fuego


El momento más difícil para Carlos Carrasco, tanto profesional como personalmente llegó en 2019, cuando el 6 de julio Venezuela, Indios de Cleveland recibían la impactante noticia: el criollo padecía de Leucemia.


La noticia sacudió las emociones de todos los integrantes del mejor béisbol del mundo, así como a los seguidores del Cookie, tanto en Cleveland como en su terruño natal.


Algo difícil de procesar porque se trataba de un hombre joven, cordial, educado, afable, disciplinado y altruista, despojado de actitudes y aptitudes corrosivas, un hombre agradecido con la providencia por poseer los talentos y éxitos con los que fue bendecido. 


Pero como todo guerrero, Carrasco para nada se amilanó comprendiendo que esta era una prueba del todo superable para él, así asumió la batalla más transcendental de su tiempo vital en el plano terrenal.


El primer episodio de esta lucha, que aun disputa, lo ganó de manera admirable, y tan rápido como el 19 de agosto, el cacique guerrero de nuevo se colocaba su indumentaria para volver al terreno de juego, esto como antesala a su regreso a los diamantes del máximo nivel, meta lograda el 1 de septiembre en el Tropicana Field de San Petersburgo.

Tan emotivas fueron las circunsatancias que Carrasco fue aplaudido por los peloteros de ambos equipos, en una escena conmovedora en juego ante los Rays de Tampa Bay.



Si alguien cuestionaba la continuidad, la calidad de su carrera, este guerrero, desde ese punto ha demostrado todo lo contrario, y esto lo ha ratificado con creces gracias al gran despliegue reflejado en este 2020.


Actuación que su salida del pasado domingo 20, ratificó de manera categórica que con todo y que no está 100% recuperado de la leucemia, aun así, puede lograr brillantes actuaciones en el montículo del diamante.


¿Si esto no es admirable, entonces qué lo es?


Aperturas como estas hacen de Carlos Carrasco el guerrero más valiente que actualmente milita en las Grandes Ligas, el máximo escenario en el mundo de los Bates, Guantes y Pelotas.


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